miércoles, 14 de abril de 2021

Nuevo libro de poemas: Un tigre se aleja


Un tigre se aleja supone el regreso de su autor a la poesía tras cinco años de silencio editorial. En los poemas que componen este libro, la corriente del tiempo arrastra hacia el recuerdo a esa parte original, primitiva y salvaje que representa la juventud para el ser humano. La palabra, a su vez, es eco del silencio meditado. El poeta observa, en soledad, por la ventana del cuarto de la vida, el lugar del presente y los hechos cumplidos del pasado que, sin mirar atrás, ya se alejan de él.

Rubén Martín Díaz (Albacete, 1980) es autor de los libros de poemas Contemplación (2009), El minuto interior (2010, Premio Adonáis y Premio Ojo Crítico de RNE), El mirador de piedra (2012, Premio Internacional de Poesía ‘Hermanos Argensola’), Arquitectura o sueño (2015) y Fracturas (2016, Premio Internacional de Poesía Barcarola). Ha publicado, además, el libro de relatos Azul nocturno (2016).

A partir del 24 de mayo en librerías.




jueves, 29 de noviembre de 2018

Contra todo: Andrés García Cerdán


Mi lectura de Defensa de las excepciones (Visor, 2018) en Artes&Letras del ABC.


https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/centenario-quijote/abci-contra-todo-andres-garcia-cerdan-201811271202_noticia.html

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Una entrevista


Recupero la siguiente entrevista publicada en PERGOLA:


- Entre los temas tratados en Fracturas (por ejemplo, el tiempo pasado, el amor, la naturaleza y la palabra escrita), destaca, por su frecuencia, la muerte, presente sobre todo en la última de las tres partes del libro.

Así es. La poesía es parte vital del ser humano, se alimenta de la experiencia personal para formarse poema. Por desgracia, hace un tiempo me tocó vivir algunos sucesos lamentables, de ahí que surgiera esa temática para el libro.

- ¿Es acertado decir que este poemario podría haberse titulado también Pérdidas o Desgarros?

El término Fracturas, como título, no representa solamente a la temática común de los poemas, sino también a la variedad formal que se da en estos. Por lo tanto, ese rompimiento de las formas, junto con la temática principal del libro, es lo que me llevó a elegir esa palabra y no otra. Me parece la más acertada.

- Uno de los versos del libro es: “quien escribe al poeta es el poema”.

Y lo suscribo ahora. Es un verso que podría dar mucho de sí en una conversación; sin embargo, creo que la poesía no debe explicarse, puesto que la palabra poética alcanza distancias a las que no es posible llegar mediante un razonamiento básico.

- En su poesía es muy importante la capacidad de mirar, de observar lo que le rodea y su propio interior.

Sí, pero no solo en mi poesía sino en la poesía en general. La contemplación es, sin ninguna duda, uno de sus pilares esenciales.

- Según Basilio Sánchez, su poesía es “una especie de autorretrato del espíritu en el que están presentes los estremecimientos de una vida sencilla y las lealtades de una honda comunión con las cosas”. ¿Está de acuerdo?

Supongo que sí, claro. Basilio Sánchez es uno de los poetas españoles más interesantes que hay en la actualidad. Es un maestro, y uno solo puede escucharle, leerle y aprender.

- Tras cinco poemarios, Azul nocturno es su primer libro de cuentos. En la nota final dice: “el cuento y el poema han convivido en mí desde el primer día en que pude sujetar con mi mano un lápiz para escribir palabras”. ¿Cómo afronta la escritura de cada género?

Bueno… No lo sé muy bien, realmente. Escribo lo que me apetece cuando me apetece. Hay momentos en los que me siento saturado de un género y entonces me paso al otro. Voy alternando. Se lleva mejor así.

- Azul nocturno resulta un volumen muy variado, en temática y en extensión de los textos.

Claro. Yo no he escrito un libro de cuentos (lo que requiere una unidad temática general), sino cuentos sueltos que he agrupado finalmente. Como lector, me gusta encontrarme esa variedad en los libros de otros, y por lo tanto opero de la misma forma como autor.

- Entre los ingredientes que forman Azul nocturno está la mezcla de lo onírico y lo real, como en la historia de un niño al que no le gusta ir al colegio y que quisiera quedarse siempre en el refugio que representa el bosque con el que sueña.

Lo onírico y lo real son dos caras de una misma moneda. De hecho, los recuerdos sobre un suceso pasado (si este no se puede probar, digamos, físicamente) guardan la misma impresión, la misma sensación, para nosotros que los sueños. Es indistinguible, y esto da mucho juego en lo literario.

- En varios cuentos está presente la literatura: por ejemplo, en el protagonizado por un hombre que lee de forma compulsiva y que, cuando siente hambre, se come lo que escribe.

La literatura forma parte de mi vida, es un pilar indispensable para mí, así es que parece lógico que de vez en cuando se deje ver a sí misma en lo que escribo.

- El protagonista de otra de las narraciones confiesa que ha buscado toda su riqueza en los libros, en el número de lecturas realizadas. ¿Usted diría lo mismo?

Creo que no. No tengo la sensación de haber entrado nunca en un libro para buscar algo, salvo que se tratase de un diccionario o una enciclopedia, claro está. A los libros uno llega, más bien, entregado.

- ¿La locura de Alonso Quijano demuestra que los libros tienen algún tipo de veneno?

Desde luego. La literatura es pasión, y en ocasiones esta puede resultar enfermiza. Pero se lleva bien. Yo, al menos, lo llevo bien.


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Entrevista realizada por Roberto Ruiz de Huydobro con motivo de la publicación de mis libros Fracturas y Azul nocturno.